Por Anyi Ospino, crhoy
Los arrecifes de coral que se encuentran en las costas del Caribe han sufrido un gran deterioro en los últimos 40 años. Las altas temperaturas, la acidificación oceánica, la sedimentación costera, la contaminación, entre otras causas, pueden provocar que el blanqueamiento de los corales persista, y con esto la muerte de estos animales marinos.
El Estado de la Biodiversidad 2014-2018 señala que la cobertura de biodiversidad marina ha disminuido. Esto incluye ecosistemas como manglares, playas, arrecifes y pastos marinos, donde especifica que la cobertura de arrecifes de coral en general tiene solo un 30% y esta tiene una tendencia a la disminución.
Los corales mantienen una relación simbiótica con unas algas, que son las que les proporcionan los colores, los nutrientes y la energía, producto de su fotosíntesis; en tanto, las algas se alimentan de los productos de desecho de los corales. Estos organismos tienen una parte vegetal y otra animal.
En Costa Rica se cuenta con arrecifes y comunidades de colonias de coral en ambas costas, donde el arrecife de Cahuita es el más desarrollado de todo el país, ocupa una extensión de 600 hectáreas y se extiende en forma de abanico frente a Punta Cahuita, entre el río Perezoso y Puerto Vargas.
¿Qué está pasando con el arrecife de coral en Cahuita?
“Lo que pasa actualmente en Cahuita es que el agua se calienta por efecto del cambio climático o eventos naturales como el niño y los corales se estresan y se blanquean; pero lo principal que afecta al arrecife de Cahuita es la sedimentación, que es la tierra que cae de la cuenca del río Estrella; y los corales siendo organismos marinos, no resisten que les caiga tierra encima, los asfixia”, comentó José Marín, bioinvestigador en Raising Corals Costa Rica.
Según Marín, si el blanqueamiento de los corales persiste y al mismo tiempo le cae sedimentos, no hay manera de que estos organismos marinos sobrevivan.
Los corales son conocidos como las guarderías del mar; ya que en ellos conviven muchas especies marinas de diferentes tamaños, como caballitos o estrellas de mar; los animales más pequeños logran tener un papel importante en el equilibrio ecosistémico, porque estos atraen a otros peces de un tamaño más grande como el pez loro que son atractivos para la pesca comercial.
Las consecuencias ambientales no se quedan en el mar
Los corales funcionan como una barrera protectora en las costas, contrarrestan el aumento del nivel del mar; pese a ocupar solo el 0,1% de la superficie de los océanos, albergan al 25% de la vida marina y sus funciones no paran ahí; más de 275 millones de personas en el mundo dependen de ellos para su alimentación y medios de subsistencia.
“Sí, lo he visto varias veces, sé que se blanquea y a veces puede durar un mes, dos meses, ahora tiene más de eso“, señaló Manuel Mairena, pescador artesanal de la zona de Cahuita y Tour operador.
Mairena ha vivido los efectos que produce el cambio climático durante las temporadas del año, cuando la temperatura del mar aumenta y los peces escasean.
“Hay una mayor incidencia de blanqueamiento en la zona, generalmente la visitación se afecta por cuestiones, digamos que más globales como el coronavirus donde había menos gente; pero a largo plazo nos puede afectar más“, detalló Antonio Mora, encargado de operaciones de Cahuita Tours.
Así como hay un engranaje donde cada especie tiene un rol en el fondo del mar, que en conjunto logran que hacer funcionales los ecosistemas; en la tierra, ante la falta de los atractivos de estos lugares, hay actividades que de a poco se ven limitadas.
“En general, esto limita un poco el atractivo natural; por ejemplo, hay personas que han hecho esta actividad en otras partes del mundo, ellos logran ver la diferencia de los colores, lo que no es positivo para nosotros, las personas que ofrecemos un servicio como el snorkel en corales”, comentó Neftalí Velasquez, propietario de Gandoca Tours.
Con el cambio en los corales también cambian otras especies
“Lo que hemos venido observando en los arrecifes, es que se están haciendo más planos, es decir, que antes tenía más estructura. Imagínate un bosque es súper diverso, con árboles gigantescos, y que luego pase a ser una sábana de pastoreo, con cobertura, pero no es el mismo tipo de cobertura”.
“Puede pasar de tener un montón de pájaros, monos y otras especies, a tener una fauna muy especializada para ambientes más planos y eso es lo que está pasando en el Caribe”, detalló Juan José Alvarado, Coordinador de la parte científica UCR-CIMAR.
Los investigadores señalan que los arrecifes de coral son laboratorios vivos, en ellos hay plantas, se reproducen áreas de micro crustáceos y peces menores.
Al estar en una condición vulnerable, como lo es el blanqueamiento, de forma prolongada, los corales no logran restaurarse de manera natural y este laboratorio dejará de existir; ya no se podrá monitorear ni estudiar estos ecosistemas; sino, que se estudiará las causas de su extinción.